Lo habitual es llevar a cabo actividades outdoor cuando tu equipo logra unos objetivos, un estilo de motivación que el personal siempre aprecia.

Pero nosotros tenemos algunos clientes fuera de lo común, que piensan “out of the box”, de esos que marcan un objetivo a su equipo y pactan que si se logra habrá el correspondiente incentivo, pero que en caso contrario habrá que pagar una prenda.

Y así fue, el pasado jueves este equipo subió a La Mola para cumplir con su penitencia, la montaña más alta del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac de 1.104 metros de altitud. Se trata de una ascensión sencilla si haces deporte, lo que pasa es que este grupo no estaba muy en forma que digamos, por lo que fue un esfuerzo considerable, aunque asequible si se afronta con ganas, buen humor y filosofía.

Unos 6 kms en total de ida y vuelta, 3 horas hacia arriba y 1 hora y media para abajo, con un desnivel de 500 metros. ¿Y cuál fue la reflexión que se quiso compartir?. El director hizo sudar a su equipo, no les indultó por no haber llegado al objetivo marcado, pero a la vez les cohesionó superando un reto muy chulo y disfrutando el día juntos, una mensaje para mostrar que tiene fe ciega en ellos.

Por cierto, destacar que el restaurante La Mola es el más alto de la comarca del Vallés, cocina catalana con grandes vistas, y que gracias a las mulas Rufa, Tinet, Fatima y Paco llega el género, no hay otra forme de subir la comida, sin el esfuerzo de estas bestias no habría restaurante.

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