Hay pueblos con un encanto medieval de gran valor histórico-artístico a pies del Macizo de les Gavarres. Siempre hacemos hincapié en aquellos que corresponden al Baix Empordà, sin embargo, es de justicia destacar dos pueblecitos de la vecina comarca del Gironés.

El trazado de Sant Martí Vell mantiene una primitiva ordenación medieval donde destaca la iglesia con campanario en punta, que combina los estilos románico, gótico y renacentista, y que además conserva un gran portal adovelado en la puerta principal.

De aquí sale una excursión a pie para ascender al Santuario de la Mare de Deu dels Angels, en la cumbre del Puig-Alt (490 mtrs de altitud). Son 5 kms que se internan en lo más profundo del bosque con un suave desnivel de solo 400 metros.

La leyenda dice que el antiguo templo pudo ser un santuario pagano dedicado a la diosa Cibeles, la madre frigia de la fertilidad, denominada también Gran Madre, nombre pagano que habría permanecido en el topónimo de Madremanya, el otro municipio vecino al cual descendemos por un sendero muy similar.

Madremanya está condicionado por su núcleo antiguo, que domina la Iglesia parroquial fortificada con su majestuoso campanario. Destaca diversos hallazgos del neolítico que han sido rescatados y que lleva a considerar una ocupación romana.

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