
Cuenta la leyenda que, en una ocasión, el rey Pere III el Ceremonios llegó para visitar las obras de la iglesia, y los caballos de la comitiva, muy nerviosos al llegar a la torre, se negaron a cruzar la puerta de entrada.
Torroella de Montgrí es una de las localidades medievales del Empordà, frontera entre el condado de Barcelona y el de Ampurias durante la Edad Media, una disputa que causó la incompleta edificación del castillo.
Aún se conservan dos elementos sobresalientes: el Portal de Santa Caterina y la Torre de les Bruixes (Torre de las Brujas), ya que en la Edad Media sí que existían las brujas, y parece ser que se reunían alrededor de esta torre.
Más tarde, reunido el rey con las autoridades locales, se decidió tapiar la entrada maldita por las brujas. Sin embargo, al sábado siguiente apareció de nuevo perforada, tras lo cual fue de nuevo tapiada, y lo mismo sucedió los sábados siguientes… así que decidieron vigilar la torre apostando a una pareja de soldados… ¡que jamás volvieron a ser vistos!
En algún momento las brujas se debieron marchar de Torroella, ya que el antiguo paso por la muralla se encuentra abierto, ¡pero atención!… no se recomienda visitar este lugar los sábados por la noche.
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