Fuimos a visitar un pueblo al que se llega en piragua, donde las fronteras las marcan las orillas de un pantano. ¿A quién se le ocurrió construir una iglesia en medio de un pantano?.

La realidad es que el embalse de Sau, al pie del macizo de les Guilleries, fue inaugurado en 1962, cubriendo el pueblo de San Román de Sau. Sus restos, especialmente el campanario, son visibles cuando el nivel del agua es bajo. En épocas de sequía prolongada el pueblo queda al descubierto y es posible visitarlo.

Justo por encima, en lo alto del macizo, hay que visitar Tavertet, desde donde se puede apreciar la belleza de la zona. Si eres amante de acampar con furgonetas Camper, en temporada baja hay una zona mirador con vistas espectaculares del valle (¡ojo!, en temporada alta está prohibido el acceso).

Tavertet es bonito, la mayoría de sus casas, casonas y masías datan del Siglo XVII, que junto al empedrado del pueblo parece parte del decorado de una peli, pero ¿y qué le diferencia del resto de pueblos archiconocidos y megafamosos de la zona?. Muy sencillo, Rupit i Pruit no alberga estas increíbles vistas.

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