Los años no pasan en balde, y para algunos nuestro trabajo nos exige estar en forma si queremos disfrutar de nuestra actividad. Veamos, sin duda es recomendable el ejercicio para todo el mundo, lo que pasa es que en nuestros servicios los años se notan. Por ejemplo, calculamos que cuando organizamos un team building en la playa cada paso realizado es igual a cuatro en asfalto o en tierra… y claro… al final de la jornada el cuerpo lo nota.
Así pues, no queda más remedio que entrenar casi cada día, lo que pasa es que hay días que realmente es muy difícil motivarte y no fallar, sobretodo en los fríos días de invierno. ¿Cómo conseguimos ser regulares?, ¿cómo hacemos para no fallar y caer en las excusas banales del día a día?. Está muy claro, hay que ponerse unas metas a medio y largo plazo, objetivos en el horizonte que te motiven especialmente, algo que te obligue a estar preparado cuando lleguen esas fechas.
Y en esta ocasión la fecha marcada en el calendario ha sido el Tour de Francia. Hemos visto pasar la carrera, pero antes hemos aprovechado para escalar un par de puertos rodeados del magnífico ambiente que hay entre la marabunta de seguidores que vienen a hacer lo mismo que nosotros. Si te gusta la bicicleta, conocer este ambiente vale la pena.