Llevamos años retando a equipos corporativos a competir en concursos de paella. Un team building gastronómico que habitualmente nos solicitan mucho para dinamizar los incentivos y convenciones de empresas extranjeras.
Sin embargo, en esta ocasión, hemos organizado una paella multitudinaria para un grupo corporativo local de 150 personas. Y aunque la cocción corrió a cargo de nuestro staff, arreglamos con el cliente que los asistentes colaborasen con las tareas típicas para preparar esta delicia. Divididos en bloques con un líder, cada grupo tuvo una tarea muy definida, ¡también el montaje de tablones y caballetes con sus manteles de papel!. Todos los jefes informaban regularmente a la organización sobre su parcela. Si algún grupo se retrasaba rápidamente se compensaba con la ayuda de compañeros que cambiaban de bloque.
De esta manera enfocamos la comida con una pincelada de team work. Nada de competir, esta vez pura cooperación y coordinación. Y entre todos, en apenas dos horas y pico, cocinamos unas 60 porciones de paella de verdura y 90 raciones de carne. El aplauso final de todos para todos fue muy chulo. Y es que no hay nada como trabajar en equipo.